¿ESTÁS PREPARADO PARA VIVIR O MORIR?
- Gustavo Ramos Posadas
- 10 may 2017
- 4 Min. de lectura
¿Alguna vez te has imaginado el momento de tu muerte? ¿Sabes qué sucederá después de morir? A cualquiera le ha venido en algún momento esas preguntas.
Regularmente al pensar en ello sobreviene un sentimiento de temor, porque se teme a lo desconocido, cómo sucederá y qué sucederá después. Hay quienes creen que estará viviendo su espíritu entre los vivos, otros que nunca más volverán a existir, unos más que algún día reencarnarán, entre otras ideas más. Pero para el que dice creer en Dios sabe que después de la muerte ha elegido ya dos caminos: el de la salvación o el de condenación.
Los temores son normales, pero sucede más en una persona que no ha tenido una manera correcta de vivir, por ello el temor a lo desconocido, porque en alguna ocasión alguien le ha hablado de la salvación en Cristo, entonces, lo que se es y lo se espera le causa miedo, y no es para menos, porque cuando se vive alejado de la voluntad de Dios, se vive en incertidumbre y con el pensamiento que algo malo viene. Sólo para una persona que anda en el camino de Cristo puede vivir confiado que cuando la muerte física llegue, tiene la asegurada la victoria, la vida eterna al lado de su Creador, tiene la certeza de la Palabra que dejó dicho Jesucristo en el evangelio de Juan 11:25 (RVA-2015) "Jesús le dijo – Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá." Y esta es la seguridad, que a pesar de que llegará la muerte, la vida eterna es segura en Jesucristo.
Quien desprecia a Dios, está asegurando su lejanía de Él, por tanto es candidato a la muerte no solo física, sino la espiritual que es la condenación eterna; menciona Romanos 6:23 "Porque la paga del pecado es muerte, pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro." Entonces, no hay una nueva oportunidad para los pecadores después morir, pero Dios en su amor, mientras la persona viva, le da una oportunidad tras otra de arrepentirse de sus pecados, de enmendar su camino y recibir como regalo la vida eterna.
Algunos piensan que la muerte es dejar de existir para siempre, pero la realidad es otra, todos dormiremos, pero así también todos los que durmamos tendremos que despertar, es decir, todos los que muramos físicamente tenemos resucitar al sonar de la trompeta final, cuando Jesucristo regrese en gloria, por eso Él dijo “y saldrán, los que hicieron el bien para la resurrección de vida pero los que practicaron el mal para la resurrección de condenación” (Juan 5:29). La condenación no es desaparecer ni de existir, la condenación es lo que dice Apocalipsis 21:8 “Pero, para los cobardes e incrédulos, para los abominables y homicidas, para los fornicarios y hechiceros, para los idólatras y todos los mentirosos, su herencia será el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.
Tú que me lees, quiero que sepas que es necesario que las personas busquen a Dios mientras pueda ser hallado, arrepintiéndose de sus actitudes y recibiendo en su corazón a Cristo Jesús el Salvador.
Mientras haya vida en la persona, todo pecador está a tiempo, y los que no están seguros del camino que siguen, están a tiempo de creer y tomar el camino angosto. Isaías 55:6 "¡Busquen al SEÑOR mientras puede ser hallado! Llámenlo en tanto que está cercano."
Si tu condición es la de pecador, aún estás a tiempo de comenzar a vivir una vida nueva, pero esta será posible si la vives alejado del pecado, entonces comenzarás a prepararte para lo que ha de venir, y si mueres en este mundo pero con Cristo en tu vida, has asegurado para bien tu futuro, para que en el retorno de nuestro Señor Jesucristo vayas a morar con Él. Pero no solo tú, sino tu familia que seguirá tus pasos ¿hacia dónde quieres guiar la vida de tu familia?
La Biblia nos invita a dejar de pecar y entregarnos a una manera correcta de vivir de la mano de Dios, Isaías 55:7 "Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos. Vuélvase al SEÑOR, quien tendrá de él misericordia; y a nuestro Dios, quien será amplio en perdonar."
Anhelo que el Espíritu de Dios haya tocado tu corazón y pensamientos, para que estés dispuesto a cambiar tu forma de vivir y la de los que te rodean, de cambiar su futuro, y entonces elegir la vida y no la muerte.
Te invito a hacer esta oración:
“Padre y amado Dios, me acerco ante ti para pedirte que perdones mis pecados, me arrepiento de la manera en que he vivido hasta ahora.
Señor Jesús, hoy te recibo en mi corazón, sé Tú el dueño de toda mi vida y de mi familia, te reconozco como mi Salvador.
Espíritu Santo, enséñame el camino que debo seguir y séllame para la vida eterna.
Amén”.
Si has aceptado a Jesucristo en tu corazón ¡Felicidades! Grandes cosas te esperan, y ya no temerás más a la muerte. Dios te bendiga. Amén.
Tu amigo y hermano en Cristo: Gustavo Ramos Posadas
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