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CONVENCIDO Y CONVERTIDO

  • Gustavo Ramos Posadas
  • 17 may 2017
  • 6 Min. de lectura

Vamos comenzar esta palabra con algunas preguntas donde debes responder con sinceridad:

¿Estás convencido de que Dios existe?

¿Estás convencido de que Jesucristo vino al mundo y dio vida por ti?

¿Estás convencido de que el Espíritu de Dios es real?

¿Estás convencido de que la Palabra de Dios es la verdad?

Si has respondido con sinceridad ¡felicidades! Sea cual sea tu respuesta debió existir sinceridad. Y si tu respuesta ha sido un SÍ, espero que al responder haya existido convencimiento en ti.

Según el diccionario, la palabra convencer significa: Incitar, mover con razones a alguien a hacer algo o a mudar de dictamen o de comportamiento. Probar algo de manera que racionalmente no se pueda negar. Conseguir con razones y argumentos que una persona actúe o piense de un modo determinado. Ser del agrado de una persona.

Estar convencido conlleva a un cambio de forma de pensar o de comportarse, pero no precisamente a ambos, y esta es la parte en donde muchos cristianos flaquean, han cambiado su forma de pensar, pero no de actuar. Es necesario que al convencimiento siga el convertimiento, convencido y convertido, porque convencido o convertido no es lo mismo. Veamos dos ejemplos:

Judas Iscariote estuvo convencido de que Jesucristo era el Hijo de Dios y la salvación, pero no estaba convertido, por lo cual no dejó de amar más al dinero que a Cristo, y eso lo llevó a traicionarlo, a suicidarse y perder su alma.

Los islamitas (musulmanes) se han convencido de que su religión es la verdadera y se han convertido a ella a tal grado que obedecen su libro sagrado del Corán, creyendo que es la palabra de Dios transmitida a Mahoma por el arcángel Gabriel en el curso de sucesivas revelaciones, donde Mahoma dice que matar a los que no creen en lo mismo que ellos, los hará heredar un reino lleno de mujeres vírgenes, hombres vírgenes, agua, vino, frutas y riquezas.

En lo anterior tenemos dos diferencias muy claras. En el cristianismo sucede con frecuencia tener a los dos tipos de creyentes, convencidos o convertidos, mas anhelamos que todos sean convencidos y convertidos.

Por eso es necesario analizar las diferencias entre ambos tipos de cristianos, usaremos La Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (Católica):

Apocalipsis 3:20 Yo estoy a la puerta y llamo; si alguien oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.

  • El convencido: está convencido de la existencia de un DIOS y de Su Hijo Jesucristo, que necesita la salvación, pero no le acepta completamente en su corazón. Le dice a Jesús “pasa”, pero no lo deja entrar a todas las habitaciones de su corazón y lo deja solo en la entrada.

  • El convertido: está convencido de la existencia de un DIOS y de Su Hijo Jesucristo, que necesita la salvación, y le abre las puertas de su corazón de una forma genuina, deja entrar a Jesús a todas las áreas de su vida.

Mateo 15:8 “ESTE PUEBLO CON LOS LABIOS ME HONRA, PERO SU CORAZÓN ESTÁ MUY LEJOS DE MÍ.”

  • El convencido: está convencido que debe adorar a Dios, pero sólo de labios lo adora.

  • El convertido: está convencido está convencido que debe adorar a Dios, y lo hace en espíritu y en verdad, o al menos cada día intenta agradar más y más a Dios.

Apocalipsis 9:20-21 Y el resto de la humanidad, los que no fueron muertos por estas plagas, no se arrepintieron de las obras de sus manos ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no pueden ver ni oír ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios ni de sus hechicerías ni de su inmoralidad ni de sus robos.

  • El convencido: está convencido de que el pecado le condena, pero no se arrepiente y no deja de practicar el pecado, como ejemplos, podemos ver que la persona sabe que es malo el chisme y las palabrerías, pero lo sigue diciendo; sabe qué ocasiona el adulterio y la fornicación (sexo fuera y antes del matrimonio), pero lo sigue practicando. Sabe que es malo lo que hace, pero hace oídos sordos a la Palabra de Dios y lo vuelve a practicar o lo sigue haciendo de forma natural, como parte normal de su vida.

  • El convertido: está convencido de que el pecado le condena, se arrepiente y deja de practicar el pecado, porque comienza a practicar la santidad.

Mateo 15:9 “MAS EN VANO ME RINDEN CULTO, ENSEÑANDO COMO DOCTRINAS PRECEPTOS DE HOMBRES.”

  • El convencido: Está convencido que la Palabra de Dios es Palabra de Verdad, pero cree más en las tradiciones y enseñanzas de los hombres que han alejado a las personas de Dios, haciendo caso omiso a lo escrito en la Biblia; y hay demasiadas tradiciones que incluso forman parte de las iglesias: el día de muertos, la navidad, el día de reyes, día del amor y la amistad, fiestas patronales, etc., y parecieran inofensivas pero tienen un trasfondo y principio pagano.

  • El convertido: Está convencido que la Palabra de Dios es Palabra de Verdad, la lee, la oye y la practica.

Jeremías 33:6 Pero ciertamente Yo le traeré salud y sanidad; los sanaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.

  • El convencido: sabe que Dios es su sanador, pero a la hora de la prueba o ataque, no cree y pone sus manos completamente en las manos de la medicina, ora pero no con fe, cree pero no en verdad, acude primero a la medicina y después a Dios.

  • El convertido: sabe que Dios es su sanador, confía aún en la prueba o ataque, ora con fe, pone la enfermedad en las manos de Dios y luego acude a la medicina, sabe que Dios usará la ciencia y la medicina, pero antes, ha puesto su confianza en su Señor.

Lucas 10: 27 Respondiendo él, dijo: “AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA TU MENTE, Y A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.”

  • El convencido: Sabe que debe amar a Dios antes que a todas las cosas y personas, pero ama antes a todas las cosas y a las personas y dice: “el mayor regalo que Dios me ha dado es mi hijo, mi hija, mi esposa o esposo” y no toma en cuenta que el mayor regalo que Dios nos ha dado es a su Hijo Jesucristo quien mediante su sacrificio vino a darnos salvación y vida eterna.

El convencido sabe que debe amar a su prójimo, pero sigue atacándolo; si no tiene dinero no se congrega porque busca el dinero antes que a Dios, o si tiene trabajo prefiere el trabajo y dinero antes que a Dios, pero Dios dijo que busquemos primero el reino de Dios y su justicia y todas las cosas vendrán por añadidura.

  • El convertido: Sabe que debe amar a Dios antes que todas las cosas y personas, y lo hace obedeciendo las palabras de Jesús amando a Dios y a su prójimo, sabe que si ama a Dios, sabrá amar a su familia y a su prójimo. El convertido sabe que en lo económico Dios tendrá cuidado de él (Hebreos 13:5), está contento con lo que tiene ahora, y espera con seguridad que Dios suplirá sus necesidades y le dará en abundancia porque en Cristo Jesús todo esto es posible (Filipenses 4:19).

Entonces amado hermano y amada hermana ¿Qué eres o qué somos? ¿Convencidos o convertidos? Es la hora de reflexionar y cambiar.

La persona debe estar convencida que su mala manera de vivir no es la adecuada, debe comenzar a prepararse para alcanzar el cambio esperado, debe alimentarse de la Palabra de Dios, debe buscar el lugar adecuado para su transformación que es en una congregación y a solas en la presencia de Dios, y al cabo de un proceso modelador como el barro en las manos del alfarero, que puede llegar a ser doloroso pero necesario, va a llegar a alcanzar el convertimiento que Dios desea que tengamos, hasta llegar a la estatura del Varón Perfecto, Jesús.

Por eso el apóstol Pedro dijo en Hechos 3:19 Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que sus pecados sean borrados, a fin de que tiempos de alivio vengan de la presencia del Señor. Debe haber un arrepentimiento genuino, es decir, un arrepentimiento en pensamiento y actitudes, porque el arrepentirse es convencerse de que estamos mal en muchas actitudes, sentimientos y pensamientos y es necesario reconocerlo y ya no querer hacerlo, declararle a Dios los pecados porque Él tiene cuidado de quienes creen el Él. Y convertirse a Cristo para dejar de practicar lo malo y comenzar a practicar la Palabra de Dios.

Si hoy te arrepientes y te conviertes, vendrá Jesús a morar en tu vida, borrará tus pecados, te salvará, te sanará, te dará paz, te dará la victoria y la vida eterna.

No te conformes a lo que estás viviendo, no seas sólo convencido, sino también convertido.

¡Qué esperas amigo y amiga! ¡Hoy es el día que hizo Dios para que comenzar de nuevo y renovarte en Cristo!

Dios te bendiga.


 
 
 

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